El Día del Idioma Español es una conmemoración
organizada por el Instituto Cervantes para celebrar la
importancia del español como lengua internacional, que ya cuenta con más de 450
millones de hispanohablantes en el mundo. El Día del Idioma Español tiene su
origen en el año 1926,
cuando el escritor valenciano Vicente Clavel Andrés propuso
la idea de un día especial para celebrar la literatura. La tradición comenzó en
Valencia y se diseminó gradualmente en toda España.
El día 23 de abril de 1616 fallecía en Madrid, Miguel de
Cervantes Saavedra, quien contribuyera al engrandecimiento de la lengua
española, con su obra máxima: "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la
Mancha".
Esta conmemoración pretende no sólo ayudar a difundir y dar impulso al uso de nuestra lengua, sino promover su sana utilización. Es importantísimo cuidar nuestro idioma, porque es uno de los mayores patrimonios de nuestra identidad. Pensemos simplemente en la alegría que nos produce escuchar nuestro idioma cuando viajamos por un país extranjero en que se usa otra lengua... la identificación que nos produce es inmediata, nos ofrece una indescriptible sensación de compañía, de alivio. No debemos perder esa identidad común que nos da nuestro idioma, y para eso debemos cuidarlo. El idioma va evolucionando, es cierto, pero también se va perdiendo cuando se usa mal. Usualmente utilizamos un bajísimo porcentaje de las palabras que nuestro idioma nos ofrece, y esa costumbre lo va desprestigiando y empobreciendo. Las palabras que desaparecen por su falta de uso es muy difícil que puedan recuperarse. Y con ellas puede desaparecer nuestra identidad. ¡No las dejemos escapar!
Esta conmemoración pretende no sólo ayudar a difundir y dar impulso al uso de nuestra lengua, sino promover su sana utilización. Es importantísimo cuidar nuestro idioma, porque es uno de los mayores patrimonios de nuestra identidad. Pensemos simplemente en la alegría que nos produce escuchar nuestro idioma cuando viajamos por un país extranjero en que se usa otra lengua... la identificación que nos produce es inmediata, nos ofrece una indescriptible sensación de compañía, de alivio. No debemos perder esa identidad común que nos da nuestro idioma, y para eso debemos cuidarlo. El idioma va evolucionando, es cierto, pero también se va perdiendo cuando se usa mal. Usualmente utilizamos un bajísimo porcentaje de las palabras que nuestro idioma nos ofrece, y esa costumbre lo va desprestigiando y empobreciendo. Las palabras que desaparecen por su falta de uso es muy difícil que puedan recuperarse. Y con ellas puede desaparecer nuestra identidad. ¡No las dejemos escapar!